¿Cuáles son los beneficios en las mujeres de realizar ejercicio de fuerza en la menopausia?
Al llegar a los 40 años, muchas mujeres comienzan a notar cambios en su cuerpo, incluyendo una disminución en la masa muscular y un metabolismo más lento. De esta forma, incorporar un entrenamiento de fuerza en su rutina no solo es beneficioso para el físico, sino también esencial para la salud. Mantenerse activo y saludable es fundamental a cualquier edad pero, a partir de los 40 años, comenzamos a experimentar una disminución en la densidad ósea, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas al tiempo que disminuir nuestra calidad de vida.
Aunque hay tratamientos farmacológicos disponibles para ayudar durante la menopausia, los ejercicios de fuerza son una opción sin efectos secundarios, capaz de prevenir y aliviar varios síntomas.
El ejercicio de fuerza ayuda a reducir la frecuencia de los sofocos, y desempeña un papel vital en la preservación de la masa ósea, disminuyendo así el riesgo de fracturas.
Además, estos ejercicios contribuyen a mantener e incluso aumentar la masa muscular, contrarrestando la pérdida asociada con el envejecimiento.
En concreto, entre los beneficios se encuentran:
• Reducción de la frecuencia de sofocos.
• Preservación de la masa ósea, disminuyendo el riesgo de fracturas.
• Mantenimiento o aumento de la masa muscular, contrarrestando la pérdida asociada con el envejecimiento.
• Mejora en la calidad de vida durante la menopausia y etapas posteriores.
• Preparación física y emocional para enfrentar los cambios hormonales y la fragilidad asociada con la menopausia.
Sus beneficios también incluyen:
• Aumento de la masa muscular y la fuerza: ayuda a desarrollar músculos más fuertes, lo que facilita realizar actividades diarias y deportivas con mayor facilidad.
• Mejora de la salud ósea: puede ayudar a aumentar la densidad ósea, reduciendo el riesgo de osteoporosis y fracturas en el futuro.
• Quema de calorías y control del peso: controla el metabolismo, lo que puede ayudar a quemar más calorías tanto durante como después del ejercicio, lo que contribuye al control del peso.
• Mejora de la composición corporal: aunque el músculo pesa más que la grasa, tener más masa muscular puede hacer que el cuerpo se vea más tonificado y definido.
• Reducción del riesgo de lesiones: puede ayudar a prevenir lesiones, especialmente en actividades físicas de alta intensidad o deportes.
• Mejora de la salud mental: puede ayudar a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo.
• Beneficios para la salud cardiovascular: aunque el entrenamiento de fuerza no se enfoca en el sistema cardiovascular como el ejercicio aeróbico, aún puede ofrecer beneficios para la salud del corazón al reducir la presión arterial y mejorar la salud general.
• Promoción de la independencia durante la vejez: mantener la fuerza muscular a lo largo de la vida puede ayudar a las mujeres jóvenes a mantener su independencia a medida que envejecen, facilitando tareas cotidianas como levantar objetos pesados o subir escaleras.
Es crucial buscar la orientación de un profesional de la salud o un entrenador físico certificado antes de comenzar cualquier nuevo programa de ejercicios.
Muchas mujeres quieren entrenar la fuerza pero no saben por dónde empezar ni qué ejercicios o entrenamientos pueden realizar. La clave está en trabajar sin llegar a la fatiga pero sí con sensación de cansancio y de haber entrenado.